Las valkirias o valquirias eran unas de las disir o deidades femeninas menores que servían a Odin. Su función era observar las batallas y elegir después a los caidos en combate más valientes. Los elegidos se denominaban einherjer, y sus espíritus eran transportados al Valhalla, donde disfrutaban de grades banquetes y se les servía hidromiel. Los einherjer están destinados a luchar junto a los dioses en el Ragnarok.
La residencia de las Valquirias está situado junto al Valhalla. Este lugar se menciona en tres ocasiones a lo largo de la Edda prosaica, si bien su función es múltiple, ya que en primer lugar, se dice que es la morada de los einherjer, después se califica como santuario de las valquirias y por último se dice que acoge los banquetes de los dioses.
Tiene aspecto de mujeres jóvenes, bellas y fuertes, ataviadas con armaduras, yelmos y lanzas. Excelentes amazonas que poseen una fuerza sobrehumana y destacan por su manejo con la lanza, la espada o el arco. Montaban caballos alados, aunque también se cree que podían ser lobos
La valquiria más conocida es Brunhilde (Brynhildr o Brunilda), que aparece como personaje en la Edda poética. En la saga operística de Wagner aparece como Brunnhilde.
Brunhild, la bella, orgullosa y obstinada heroína de la mitología teutónica, tuvo una vida romántica complicada por decir lo menos. Brunhild era la más bella de las valquirias, las guerreras diosas-doncellas enviadas a los campos de batalla por Odin, jefe de los dioses.
En una fatídica batalla, Brunhild derriba a Hjalmgunnar, rey al que Odin le había prometido la victoria. Enfurecido por la acción de Brunhild. Odin le ordena tomar un marido como castigo. Sin embargo, Brunhild había jurado que solo se casaría con un hombre que pudiera vencerla en combate, un hombre casi imposible de encontrar. Frustrado, Odin arroja a Brunhild en un sueño mágico y la rodea de un anillo de fuego. Con el tiempo, el héroe Siegfried cabalga sin temor a través de las llamas para despertarla y rescatarla. Brunhild y Siegfried se enamoran, pero su historia termina en tragedia. Sigfried la rechaza y se casa con la princesa Gudrun, y luego ayuda al hermano de esta (Gunnar) a ganar a Brunhilde como su novia. Disfrazandose de Gunnar, Sigfried sorprende a Brunhilde ganándola en combate. Engañada, Brunhilde se casa con Gannar, aunque años más tarde ella se entera de la traición de Sigfried. Así ella ordena a uno de sus sirvientes que le mate en venganza, pero abrumada por el remordimiento Brunhild se arroja sobre su pira funeraria para unirse a él en la muerte.
Bibliografía:
– “Las Eddas”, Snorri Sturluson.
Mitología Celta 