Mont Saint-Michel

Hoy vamos de viaje al Mont Saint Michel. Os preguntareis ¿Qué tiene esto de celta?, en la entrada lo vais a descubrir, ¿me acompañáis?

El Mont Saint-Michel es una isla (aunque en bajamar tiene una carretera por donde se accede a ella), y se encuentra en Normandía, al noroeste de Francia. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1979.

Se dice que fue el propio arcángel Miguel quien se le presentó dos veces en sueños a Sant Aubert para hacerle construir un oratorio en aquella roca. Este al no creerle le pidió una muestra de que esto era real, y el arcángel se materializó tocándole en la frente con un dedo.

Abandonó así sus dudas e hizo que se construyera en el 708 d.C, en aquel monte conocido como Mont Tombe, porque allí había una necrópolis celta.

Este monte se trataba de un lugar de culto druida vinculado con las fuerzas de la luz. Según el Abad Gil Deric, historiador bretón del S.XVIII, el peñasco fue dedicado a “Mi vel Tumba Beneni” o “Tumba o Monte de Belenus”, dios galo del sol. Existiendo un monolito en su honor

En la época en la que se construyó el monasterio, el mar no había invadido esta parte de la costa normanda y Mont Tombe estaba rodeado por los arboles del bosque de Scissy. Aunque hoy se dice que dicho bosque no existió, se cree que pudo desaparecer en el maremoto del 709 d.C

No se puede negar que, cuando las brumas de la pleamar lo envuelven, lo hace un lugar más mágico y místico. Cuesta poco imaginar a los antiguos druidas haciendo sus ritos sagrados adorando al Dios Belenos.

Pero no todo queda ahí, veamos que secretos y curiosidades guarda su interior. ¿Continuamos la visita?

Con sus 80 metros de altura, y sus cerca de 960 metros de circunferencia, nos acercamos más a esta joya arquitectónica. Dada la forma piramidal del monte, los constructores tuvieron que disponer el edificio en torno al peñón, como vemos en el nivel inferior e intermedio del plano.

Su aguja coronada con el arcángel Miguel (obra este de Emmanuel Fremiet), se sitúa a 156 metros y tiene unas dimensiones de 673x260x120 cm, incluyendo su base, y pesa 520 kg.

La Abadía contiene gran número de pasajes subterráneos que dieron lugar a leyendas negras en el S.XIX. Estos pasajes eran usados por los sirvientes del monasterio para circular sin molestar a los monjes.

En el suelo de la iglesia bacial dos pequeñas trampillas nos llevan a unas estrechas escaleras datadas en el S.XIX. Estas llegan a una estancia donde se guardaban las imágenes y reliquias.

Esta estancia es conocida como “Notre Dame des trente cierges”, y se encuentra bajo tierra. En el año 992 hubo un incendio que devastó la iglesia de arriba pero no afecto a esta.

Pocos visitantes saben que antes sus paredes tenían color. En las restauraciones de los S.XIX y XX las paredes eran encaladas y decoradas con pintura. Solo en una columna de la antes mencionada Notre Dame se puede ver un fragmento  decorado en rojos y ocres.

En la capilla de San Martín en uno de los contrafuertes podemos ver una inscripción en latín que dice “Esperanza”. Un detalle que pasa desapercibido para muchos

En el S.XIX el arquitecto Paul Gout excavó en el suelo de la iglesia encontrando los restos de la iglesia anterior, hallando en el centro un pozo. Para conservar este rastro visible de las construcciones anteriores las hizo aparecer, en la actual iglesia, con unas marcas rojas.

Y para terminar, contaros que podéis alquilarlo para vuestras reuniones, celebraciones y demás eventos. Al igual que podéis hacer visitas guiadas por la Abadía fuera del horario de apertura para poder ver lo que con las visitas normales no se puede ver

Fuentes:

“Los misterios de los celtas”, Stephano Mayorca

abbayemontsaintmichel/abbaye-mont-saint-michel.fr

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