
En nuestra última semana de excursión por España nos vamos a detener en uno de los monumentos más llamativos, desde mi punto de vista, visitando Toledo ¡Vamos a ello!
El dolmen de Navalcán (Campana de Oropesa, Toledo) es uno de los pocos megalitos conocidos en el sur de la Meseta, y hoy se encuentra cubierto por las aguas de un pantano que inunda la ribera de Guadyerbas, afluente del Tajo.
Se dió noticia de él, por primera vez en 1989, una vez localizado en momento de sequía (Balbín, Bueno y Villa 1989: 61-62) se realizó una excavación de urgencia con objeto de documentarlo lo mejor posible antes de que fuera nuevamente anegado por las aguas.

Por desgracia el material ergológico recuperado era escaso y estaba revuelto, por lo que a este nivel pocos son los datos obtenidos para precisar cronologías y corroborar relaciones más concretas.
Este Arte Megalítico se trata de un código funerario de carácter simbólico normalizado, es decir, reconocible por la mayor parte de los individuos que habitaban las amplias zonas del continente, al aparecer motivos muy similares en monumentos ubicados en áreas distantes entre sí.
Los motivos más comunes son los de caracter geométrico, algunos soles, zoomorfos, especialmente serpientes, y objetos reconocibles como armas de prestigio. Estos megalitos presentan una clara división de sus diferentes espacios que sirvieron para desarrollar un complejo ritual de carácter funerario, que tuvo que tener lugar en el entorno del propio monumento, tal como indica la presencia de atrios junto a la entrada de los corredores. En algunos se han documentado varias ofrendas que se relacionan con ritos en recuerdo a los antepasados.

En este dolmen se documentó la existencia de un menhir-estela que se encontraba ubicado de forma exenta en la entrada a la cámara. En su totalidad había sido tallado para dar lugar a una representación antropomorfa. Este menhir-estela se puede contemplar en el Museo de Santa Cruz, presenta varios motivos esculpidos y grabados en la totalidad de sus caras, siendo,en la más ancha, donde aparecen las trazas que identifican al personaje, acompañado de una serpiente, orientado hacia el Este, incidiendo el sol, al salir, sobre él.

Mientras en los lados de menor tamaño, aparecen representados diversos motivos accesorios como son algunas armas y un báculo. El resto de ortoestratos de la cámara estuvieron pintados con motivos geométricos, pero de todo ello apenas ha quedado alguna pequeña evidencia.
Después de cinco semanas viajando por diversos parajes de España, la semana que viene comezaremos nuestra serie de viajes de Agosto por diversos lugares celtas. Os espero.
– Bibliografía e imágenes:
- «Espacios sagrados durante la Prehistoria en el entorno de la ciudad de Toledo», Jesús Carrobles Santos.
- «El dolmen de Navalcán: el poblamiento megalítico de Guadyerbas» P. Bueno y R. De Balbín
Esta entrada fue publicada en mi cuenta de X el 19/09/2020.
